Dogging

Autora: Estefanía Mor

A Jesús le encanta bailar y a mi también. Bailes latinos, para ser más concretos y yo, ademas, estoy intentando aprender. Me parece algo muy sensual, siempre me lo ha parecido. Poder bailar agarrado sintiéndote, con la persona que amas y con la que sientes tanto en el sexo, es algo fabuloso y creo que, en alguna ocasión, una prolongación o un preámbulo de un placentero acto sexual. 

Podíamos hacer planes porque se quedaba solo y le,apeteció hacerlos conmigo. Llevábamos hablando sobre ello bastante tiempo. A él le encantaba la idea y a mi, también, mucho. Quedamos tarde. En Madrid. Cerca de un local para bailar. Aparcamos muy cerca el uno del otro y después de encontrarnos y saludarnos como nos apetecía,  Magreándonos y con nuestras respiraciones agitadas juntando nuestros labios y metiendo nuestras lenguas el uno en el otro para mostrar nuestro deseo, entramos en el local. 

Bailamos tímidamente en un rincón. Me ponía muy cachonda estar allí, bailando con el. En esos momentos me da mucha rabia no saber dejarme manejar, para poder disfrutarnos mucho más. Aún así, aprovechábamos cualquier acercamiento, vuelta, para besarnos y sobarnos. Cuando hubimos,cogido el aire uno del otro bailando empecé a sentirme muy muy excitada. Jesús me conoce bien y lo vio en mis ojos. Me lo dijo, y eso hizo que creciera en mi la lujuria. Nos abrazamos y me corri en sus brazos, jadeándole en el hombro, sudorosos por el ejercicio, se que él tenía un empalme considerable y no hacía más que llamarme hija de puta y decirme lo cachondo que le pongo. Único, nunca me había pasado con nadie. Nunca me había corrido así con nadie.

En los lugares de baile es normal que se cambie de pareja y que se disfrute de otras personas para bailar. Yo le insistí en varias ocasiones que bailara con alguien y él me dijo que no, que había ido conmigo y para disfrutar de mi y que no iba a bailar con nadie más. Me halaga y me sorprende….lleva el baile en las venas y yo no le doy todo lo que necesita para disfrutar de ello….todavía. Y, ademas, sorprendentemente, nadie vino a separarnos para solicitar un baile. A mi no me extraña, por que no bailo nada, pero a él si que se lo podían haber rifado perfectamente. Como me diría mi amiga Patri días después cuando se lo he contado. “Tía, que gracioso! Pareja liberal menos en el baile!! Como mola!!!” Jajajaja y, tenía toda la razón.

Decidimos marcharnos cuando ya lo habíamos dado todo, bueno, no tanto…, pero antes pasé por el servicio. Cuando hice pis, me quite el tanga, lo arrebuñe en mi mano y cuando salí, él me estaba esperando en la puerta y se la entregué en su mano. Me miro a los ojos con una cara de pillo alucinante y se las guardo en el bolsillo después de olerla.

  • No dejas de sorprenderme!

Íbamos al coche, y me pregunto si me apetecía ir a hacer algo que no había hecho nunca antes. Algo que se, ademas, que a Marcos le encantaría haber podido hacerlo conmigo pero las circunstancias no lo han permitido. Jesús me proponía ir a hacer dogging. 

Es una práctica que se puede realizar en cualquier sitio, porque es, básicamente, practicar sexo en lugares públicos donde te pueden ver o ir a sitios ya establecidos porque hay personas que están allí para mirar o incluso participar. Si vas allí, seguro sabes que -vas a ser visto y se hace en el coche.

Teníamos todos los ingredientes, un coche y un calentón considerable. Así que mi respuesta fue rápidamente que si. Solo,de pensarlo ya me ponía cachonda, mis jugos se activaron, mis pezones se pusieron erectos y cuando Jesús tenía ya el coche en marcha, subió mi vestido y sin tanga tuvo el,acceso perfecto para meter mano a ese coño sudoroso y ardiente, deseoso de vicio, de polla, de mano….. en cuanto me tocó, mi vagina espasmo y me corri, soltando flujo a espuertas. Me ponía cachonda por segundos y de sentirme así de caliente y correosa me seguí corriendo. No podía parar, todo mi cuerpo estaba experimentando un súper placer que me recorría desde la cabeza hasta los tobillos en el que mi entrepierna era la que mandaba esa orden de gusto y goce, que no paraba de mandar. Se sucedían los orgasmos mientras en una ciudad dormida, nos habríamos paso para llegar a un lugar donde nos esperaba más placer. 

Pensaba en lo desconocido, en no saber que era lo que me iba a encontrar y a la vez en la confianza que depositaba en el hombre que tenía a mi lado para ofrecerme experiencias nuevas, placenteras y llenas de morbo. Y, todo eso mientras su mano amasaba mi coño para seguir y seguir dándome placer. Mi cabeza se echaba hacia atrás, me agarraba a la puerta, abría mucho mis piernas para permitirle fácil,acceso. Uffff…me vuelvo loca, loca, loca y chorreo. Levanto bien mi vestido para apoyar bien el coño en el,asiento. Frotarlo con mi flujo, que quede esa esencia, esencia de mi ser atrapada en los,poros de ese asiento y sea la que sea la que se siente ahí, se está sentando en mis corridas y en mis corridas motivadas por el placer que me proporciona el hombre que llevo a mi lado….mmmmm, que zorra soy! Pensarlo me calienta aún mas!

sky-3092281_1280Llegamos al lugar, oscuro. Jesús conduce con seguridad, pero muy despacio, acercándose mucho a los coches que hay por allí parados. No se ve movimiento, pero dentro de los coches hay gente, hombres, hombres solos. Da dos vueltas para ver bien todo. Me siento segura pero esa incertidumbre de no saber que pasará tiene dividido mi cuerpo y mi mente entre el morbo y el temor aunque cachonda estoy ..y mucho!!

Se para bajo un árbol, nos pasamos al asiento de atrás y me tumbó con el vestido levantado, con mi coño al aire. Con las luces apagadas del coche, en ese paraje, un aparcamiento y bajo ese árbol, no se ve nada. Jesús nos ilumina con la luz interior. Creo, ademas, que es como una señal para que se acerquen los hombres a nosotros. Pero le pido que la apague, siento cierto reparo en la situación. Pero, seguimos con nuestra acción.

Se agacha para comerme el coño, levanta la mirada, todo está oscuro. Tengo un calentón considerable, muy considerable. Chupa todo mi flujo, abundante, chorreo, mi deseo fluye entre mis labios y mi clitoris. Él lo disfruta con su lengua, con su boca. A la vez que siento muchísimo placer, noto momento fuera del coche, incluso alguna linterna. Sombras que acechan en la noche que se ven difuminadas por el empañe de los cristales, lo que hace que mi mente se traslade a una película de ánimas vagando en la oscuridad y que amenazan con sus miradas a no se sabe muy bien que. Jesús me folla…quiero concentrarme en su polla y en mi coño caliente deseoso de él pero me invade otro sentimiento y me sale un hilo lo de voz para decirle. “Me da miedo!!!”

Jesús se ríe, le hizo gracia la manera de decirlo y estoy convencida de que no se esperaba que dijera eso. Transmitiéndome toda la calma y toda su seguridad me explico que no pasaría nada que no quisiera que pasara y que todo allí se hacía desde el respeto y la seguridad que da que unos y otros hombres de los que allí se encuentran no permiten que pase nada raro porque, entre otras cosas, se les acabaría el chollo. Visto así, tiene razón e intente trasladar mi mente l morbo que me da que me miren follar.

  • Son jóvenes, viejos, guapos, feos?
  • Mira, hay uno que es joven, otro que es más mayor. Hay varios más que se están acercando. Van, a mirar, igual se pajean o no. Si les abriéramos la ventanilla les daríamos pie a que metieran su mano para tocar y si abriéramos la puerta te podrían follar, si quieres. Son códigos establecidos pero que ellos no rebasan si tú no quieres. 

Todo esto me lo explicaba mientras acariciaba su gran polla, erecta, sobre mi, amenazadora y que deseaba sentir en mi coño. Libere mi mente, quería saber que hacían esos hombres ahí fuera, quería mirarles, ver sus caras, mirarles a los ojos, pero no fui capaz de dirigir la vista hacia los cristales donde tenían sus narices pegadas para mirarnos. Solo distinguía su sombra por el rabillo del ojo y aquello me inquietaba y…..me excitaba a partes iguales. 

“Follame”, le dije a Jesús. Vamos a darles espectáculo. Seguía con el vestido puesto pero con todas mis partes expuestas. Me miro con esa cara de pillo y me pregunto: “Les damos la luz?”. En un alarde de valentía le dije que si, que la diera. Así que allí estaba, con no sé cuántos tíos fuera del coche, mirando como Jesús me follaba y me comía el coño. Me costaba correrme, me pudo la presión, pero cada minuto que pasaba lo disfrutaba más. Pensaba en lo calientes que debían de estar esos hombres fuera y que, si, abriéramos la puerta, podrían follarme uno a uno, como yo quisiera y como yo les pidiera.

Me solté, me olvidé ellos…bueno, no me olvide…porque quería y me excitaba que vieran como me estaba follando mi hombre. Me quite el vestido, Jesús se sentó y comencé a comerle la polla con ansia. Chupaba, lamia, la metía hasta el fondo de mi garganta, cada vez estaba más dura, mas grande….para disfrutarla mucho más, para chuparla mucho más….y les di a los espectadores una ración de mamada en toda regla. Cuando estaba a tope, me senté encima para cabalgarle mientras sonaban sus azotes en mis nalgas cada vez más fuertes. Él estaba muy excitado y yo también, yo gritaba para que oyeran lo buena que tenía la polla y lo bien que me follaba. Cada vez que me corria lo cantaba a los cuatro vientos para que se enteraran. Jesús seguía limpiando el empañe del cristal que estaba más cerca de él para que nos siguieran viendo.

Cambio de postura. Me va a follar por detrás para seguir golpeando en mis nalgas y elevar el ritmo de follada. Me bombea brutalmente mientras grito y jadeo que me corro. Me encanta, me excita pero sigo sin querer mirar las caras de los hombres que están fuera. Jesús no puede más…. se va a correr y se corre, gozándolo y haciéndomelo gozar. 

Nuestros cuerpos comenzaron a relajarse. En el exterior se notaba movimiento y voces, comentaban la jugada? Ya se había acabado. Las sombras comenzaron a alejarse, yo seguía sin poder mirar hacia fuera pero distinguía los movimientos por el rabillo de los ojos.

Jesús salió del coche para poder componerse y vestirse cómodamente. Mientras yo, buscaba mi vestido y esperaba que no quedara nadie allí para que saliera a colocarme en el asiento del copiloto. Jesús habló con uno de los hombres excusándose de que era mi primera vez y no me había atrevido a más. El hombre le Contestó que les había hecho disfrutar mucho, que le había gustado como me había follado de duro y que había estado fenomenal. Me gusto oír eso pero luego, analizando, pensé…. bueno, yo también había dejado que me follara así de duro y el hombre había hablado en singular, dándole a él las gracias solamente….hhmmm. Será cosa de entre hombres?

Menuda noche! Maravillosa…. pero este es el primer paso. La fantasía de Jesús no se materializó y hay que hacerlo. Es uno de mis pensamientos recurrentes para masturbarme últimamente. Pensar en lo que podría haber pasado y no pasó. Ufff, que morbazo !!! Lo haremos pronto, muy pronto y, seguro que os lo contaré. 

Estoy segura de que permaneceréis atent@s

4 comentarios sobre “Dogging

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